Fear of your love ♥ /вιℓℓ кαυℓιтz/ Prologo

Prologo:

Era una fría noche de diciembre aquí en Hamburgo, mi nariz tomaba un color rojo en la punta a causa de los cuatro grados bajo cero que en este momento hacen. Ya era muy tarde y seguía vagando por aquellas frívolas y desiertas calles, pero prefería descansar de los problemas que tenían en mi hogar y seguir caminando sin rumbo alguno.

Frotaba mis rojas eh inmóviles manos para poder conseguir algo de calor, aunque pareciera inútil, mientras trataba de subir lo más que podía el cierre de mi abrigo, el cual me protegía de los pequeños copos de nieve que comenzaban a caer sobre mí. Ya no sentía los pies, hace mas de dos horas que había salido de mi casa y llevaba un kilómetro completo recorrido, mis piernas me comenzaron a fallar por lo cual me vi en la obligación de sentarme, pero la única opción que tenia era una banca blanca, con la pintura algo gastada y situada bajo un indeficiente farol, que parecía en cualquier momento apagarse. Decidida me fui a sentar, mientras el duro inviernos recaía en mi, me dolían hasta los huesos y mi cabello ya estaba blanco por la nieve, empecé a rezar para que no comenzara una tormenta en ese instante, curve un poco mi espalda y cruce mis brazos tratando de lograr calor, y de alguna manera dio un poco de efecto.

Cerré mis ojos con fuerza y una tibia lagrima recorrió mi mejilla, comencé a recordar la muerte de mi mejor amigo, tome una bocanada de aire y trate de dejar de lado eso recuerdos, pero era inútil, aun podía sentir la caliente sangre de Gustav manchando mis manos, mientras con inútiles alientos trataba de que despertara, mas lagrimas comenzaron a caer por mis rojas mejillas, cuando Gustav murió también se murió una parte de mi corazón, el era mas que mi mejor amigo, era mi hermano, mi vida, mi confidente, mi acompañante en todas mis locuras, mi apoyo, tome aire… mi osito, así le decía con amor de los seis años.

Sentí un grito que me puso alerta, levante la cabeza rápidamente y quede paralizada, ya que ese era uno de esos gritos de película de terror antigua. Me levante a los diez segundos después, mientras mi corazón comenzó a latir mas fuerte, era obvio que tenia miedo. Lentamente emprendí camino nuevamente a mi hogar, en verdad mi deseo no era morir en ese lugar en manos de un psicópata. Las grandes y antiguas estructuras de la ciudad le daban un toque mas frívolo, mientras las gárgolas posicionadas sobre ellos parecían mirarme, y así fue como yo misma comencé a darme miedo. Cuando en eso ciento un ruido que provenía del callejón más oscuro del barrio, que acaso esto no podía ser peor, el miedo poseyó mi cuerpo por completo.

Me escondí tras un contenedor de basura, y asome lentamente la mitad de mi cara para poder ver que sucedía, cuando mi pupila se dilata al ver un hombre alto, con cabello negro como la noche con una enorme navaja atravesando el cuerpo de un joven rubio de piel pálida, el cual comenzaba a sangrar excesivamente mientras se desvanecía y caía en los pies del hombre de abrigo negro. Pude notar que el joven ya no daba señales de vida, mientras su asesino limpiaba sin pudor el filo de la navaja con la cual lo había apuñalado, para luego guardarla en uno de sus bolsillos interiores. Caí en la cuenta de que yo estaba en la escena del crimen y si aquel hombre me descubría lo más probable era que terminara como aquel desafortunado, que yacía ensangrentado en el suelo.

Comencé a temblar y mi respiración se torno irregular, pero tenia que dejar de respirar tan rápido por que pude sentir  a aquel psicópata percatarse de que no estaba solo, ahora si que tenia miedo, empecé a colocarme nerviosa y sin intención mi pie se resbalo y dejo salir un leve ruido al contacto del pavimento y mi bota. Lo siguiente que sentí fueron los pequeños tacos de las botas del asesino acercarse hacia el sitio que me encontraba, ahora si que no sabia que hacer, y me pare rápidamente para comenzar a correr…