Berlín, octubre 7 de 1937
Thomas Kaulitz se encontraba en una junta muy importante de gobierno. Desde que lo nombraron Gruppenführer tenia que estar muy presente en todos los eventos por los que pasaba Alemania como el comienzo de la segunda guerra mundial, la cual azotaba a ah aquel país como también a muchos otros…
-Como saben, los franceses van a atacar de este lado- Thomas no prestaba mucha atención a aquella reunión ya que solo pensaba en la hija Rudolf Hess, la había visto solo una vez a esa chica y ya sentía una fuerte atracción por ella…-
-Que piensa de esta estrategia General Thomas -le pregunto el general encargado del ataque-
-Que? Respondió brevemente el joven saliendo de sus pensamientos -
-Que piensa usted sobre la estrategia que acabamos de plantear- le respondió pausadamente el hombre algo confundido-
-Perdónenme caballeros tengo que salir un momento -Tom, como le decía su hermano con cariño se dirigió hacia la puerta de aquella fría habitación, todos quedaron extrañados por la actitud poco coherente que adopto en ese entonces el nuevo General de División. Cuando ya estuvo en el pasillo pudo ver como al final de aquel se encontraba sentada en un pequeño sofá Richelle Hess, aquella chica que le ponía los pelos de punta. Seguramente debe estar esperando a su padre, pensó el Joven mientras se acercaba lento pero seguro hacia aquella dama de delicada piel y ojos claros…-
-Disculpe señorita, es usted hija de Rudolf Hess cierto -la interrumpió-
-si señor un gusto mi nombre es Richelle (tn) Hess -le dijo mientras se levantaba de su asiento dejando el libro que leía a un lado y le extendía la mano en gesto de cortesía.-
-El gusto es mió- le respondió besando delicadamente su mano- deje presentarme, yo soy Thomas Kaulitz nuevo General de División….
Ella solo se limito a entregarle una sonrisa, cuando en eso irrumpe el padre de la joven….
-Veo que ya se conocen -Dijo el hombre de un metro ochenta y cabello rubio como el oro-
-Solo vine a ver quien era esta hermosa damita Rudolf -dirigiéndole la palabra-
-Si, ya veo que no pierdes el tiempo -Le dijo riendo-
-¿Ya nos vamos padre? -dijo Richelle interrumpiendo-
-Si, ya acabo la junta -le respondió con una actitud fría, mientras la sonrisa se desvanecía de su rostro-
Adiós Thomas, fue un placer -Le dijo la joven mirándolo a los ojos dulcemente-
-Digo lo mismo -sin quitarle la mirada de encima-
Octubre 23 de 1937
Eran eso de las siente de la tarde y Tom se preparaba para asistir a la cena que se realizaría en la casa del General Hess. Había recibido una invitación de Rudolf para entregarle la mano de su hija en matrimonio, cuando el joven había recibido la noticia de que Richelle seria su prometida acepto inmediatamente, solo debía asistir a aquella cena para abrir lazos con la familia Hess.
Después de aquella vez que Thomas se había presentado a Richelle no la había vuelto a ver más, eso lo inquietaba un poco y hacia que su ansiedad por estar con ella creciera aun más…
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